Irene, Yo Y Mi Otro Yo ((FREE))
No contentos con que se medique, la policía de Rhode Island quiere alejarlo para que no desprestigie la institución. Por esto le encargan escoltar hasta Massena (Nueva York) a Irene Waters, una mujer buscada por su exnovio para que no testifique contra él y sus negocios sucios. El problema es que Charlie olvida su medicación, así que en su huida, Irene estará sola con Charlie y con su otro yo Hank. Y lo que es peor: ambos están atraídos por ella.El exnovio de Irene tiene comprada toda la policía del país, y se las arreglará para ejecutar a Irene y a quién la defienda. Hank empieza a meter a Charlie en problemas, sin embargo en un punto de la película se vuelve un ser piadoso y trata de reparar los daños hechos a su otro yo, a Irene y a un joven mesero albino de un restaurante al que llaman "Blanquito". Así que se embarcaran con este a huir del acecho de los federales.Hank vuelve a su estado de locura y consigue acostarse con Irene. Al otro día abandonan a Blanquito por su propio bien, y escapan en un tren, pero atrapan a Irene. Mientras tanto Charlie y Hank se pelen entre ellos.Hacia el final Charlie alcanza a Irene y llega Blanquito a tiempo para salvarlos a ambos.
Irene, yo y mi Otro Yo
En su debut literario como escritor, el actor combina la ficción y la realidad para dar forma a una curiosa autobiografía, en la que desvela ante el público algunos secretos de su vida privada. Entre ellos, las relaciones amorosas que calaron profundo en él.La pareja se conoció en la película "Irene, yo y mi otro yo"
La pareja salió durante poco más de un año mientras ambos filmaban la comedia Irene, yo y mi otro yo, y se separaron a finales de 2000.Se separaron en el año 2000No fue el único romance que lo marcó
A mi modo de ver, en la interpretación de Carrey el trabajo fue suavizado, se mantuvo una personalidad más atractiva que la otra, teniendo en un mismo centro al hombre conservador y a su contraparte, el espontáneo. Claro está que esto corresponde a la temática cómica del filme. En Split, por otro lado, se presiente lo grotesco, la tensión y la rudeza de la trama fílmica.
-Bueno -murmuró él, enderezándose-. Te hago reír. Preferiría otra nota... Pero sabes lo que te profetizo? Que hoy has de pronunciar a solas mi nombre, suspirando. Sí, lo has de hacer, porque soy para ti eso que se sueña, a lo que aspira, sin saberlo nosotros mismos, todo nuestro ser. Nada te falta: fortuna, juventud, hermosura; el mundo te halaga, vas a todas partes...; pero eso, sin amor, es un paisaje que le falta el cielo. Y el amor no lo encontrarás en los salones, no lo encontrarás en los pretendientes que te salgan, no lo encontrarás sino en mí, Francisco Javier Solano, la calamidad... Te digo más: y es que tú me adoras. Vaya si me adoras! Lo mismito que siempre, aun cuando me lo hayas negado si he conseguido hablarte o verte a solas. Tus ojos decían que sí y tu boca que no... Yo creo a tus ojos, a los dos negritos.
Y la ahogaba a caricias, entre un susurro tierno, mientras ella, rendida, ya había olvidado la inminencia de las visitas anunciadas, que no eran invención para alejarle, sino un hecho cierto que ocurriría de un momento a otro. 041b061a72